La edificación es responsable del 39% de las emisiones de carbono en todo el mundo, el equivalente a unas 14 gigatoneladas.
Esto quiere decir que, esta industria debe reducir estas emisiones al 50% para el 2030, si se quiere alcanzar el nivel cero neto en 2050 y cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
No obstante, este sector sigue creciendo a un ritmo acelerado, estimándose que, en los próximos 40 años, el mundo contará con 230.000 millones de metros cuadrados de nuevas construcciones.
Este ritmo de crecimiento hace que la aplicación y la ampliación de la construcción de energía neta cero sean cruciales, si se quiere lograr la descarbonización.
Estos edificios cero neto son aquellos que tienen un consumo energético neto cero, es decir, la energía que consumen cada año se compensa con la energía renovable que crea.
Las emisiones de estos edificios se dividen en:
- Emisiones de uso diario de energía, como la calefacción, refrigeración y la iluminación, que en su conjunto constituyen el 28% de las emisiones mundiales de carbono.
- Emisiones del proceso de construcción y materiales utilizados. Estas representan el 11% de las emisiones mundiales.
Se trata, por tanto, de edificios energéticamente eficientes que suelen diseñarse con materiales reciclados y con el objetivo de consumir la menor cantidad de energía posible.
Para ello, se cuenta con tecnología de construcción de última generación y la tecnología de energías renovables, como los paneles solares, para compensar la energía que el edificio consume.
A día de hoy, los gobiernos están desarrollando políticas para incentivar la construcción de este tipo de edificios de energía neta cero o casi cero. Y, de hecho, la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios de la UE (Directiva UE 2018/844) ordena, por ejemplo, que todos los edificios nuevos deben ser edificios de energía casi nula (NZEB) desde el 31 de diciembre de 2020.
Una hoja de ruta para la descarbonización de la edificación
En España, la edificación es la responsable del 30,1% del consumo de energía final y del 25,1% de las emisiones.
Ante estos datos, más de 230 entidades vinculadas al Consejo de la Edificación Verde de España (Green Building Council España o GBCe) han estado trabajando durante el último año en la “Hoja de ruta para la descarbonización de la edificación en todo su ciclo de vida”.
Un documento que recoge un conjunto de hitos y acciones clave para alcanzar las cero emisiones netas en el sector.
Este documento se enmarca en el proyecto BuildingLife, que tiene una doble finalidad: acelerar la transición ecológica de este sector y hacer compatible la economía con los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero a 2030 y 2050.
La Hoja de ruta propone ocho hitos principales con los que ayudar al sector, a los inversores y a la ciudadanía en general a orientar su acción y hacerla más eficiente:
- 1. Incluir límites al carbono de ciclo de vida de los edificios: la limitación del carbono deberá darse, en primer lugar, en los edificios de nueva planta (de los que se disponen más datos) y, posteriormente, en las rehabilitaciones integrales, sin contabilizar el carbono embebido de los elementos.
- Implementar los estándares mínimos de comportamiento energético en el parque construido (MEPS): esto supone la limitación a la compraventa o alquiler de inmuebles altamente ineficientes, normalmente referido a su letra del certificado energético del edificio.
- Acelerar las intervenciones de rehabilitación energética en el parque construido: la irrupción de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia son una oportunidad para acelerar el ritmo de rehabilitación.
- Maximizar la implantación de energías renovables en los edificios o entorno cercano.
- Acabar con el uso de combustibles fósiles en los edificios.
- Alcanzar la descarbonización de los materiales y productos de construcción.
- Revalorizar los residuos de construcción.
- Reorientar la financiación pública y privada a la edificación sostenible y descarbonizada: se necesita de grandes inversiones no solo para alcanzar la descarbonización, sino para hacerlo sin dejar a nadie atrás. Hay que atraer inversión privada al sector y asegurar que los fondos, tanto públicos como privados, generen contribuciones sustanciales a los objetivos medioambientales, así como cumplir con el principio de “no causar perjuicio significativo”, en línea con la Taxonomía europea.
Una de las conclusiones clave que se extrae de esta Hoja de ruta es que hay que aprovechar la inversión de carbono ya realizada en el parque existente.
El parque edificado cuenta con más de 40 millones de inmuebles, lo que implica una gran inversión de carbono que se debe aprovechar a través de la rehabilitación.
Esta debe ser la principal actividad del sector para cumplir, al menos, con el objetivo de nueve millones de edificaciones rehabilitadas en 2050.
Iluminación conectada como medida de eficiencia energética en edificios cero neto
Si tenemos en cuenta que los sistemas de iluminación son los responsables de buena parte del consumo energético de los edificios, tiene sentido tenerlos en consideración, tanto en las actividades de rehabilitación de inmuebles, como en las nuevas construcciones cero neto.
Estos sistemas de iluminación son uno de los puntos claves para la mejora de la eficiencia energética y así lo establece la sección H3 del Código Técnico de la Edificación en España. En esta se recogen los requisitos mínimos a considerar, siendo el ámbito de aplicación las instalaciones interiores de iluminación (a excepción de las emergencias e interiores de vivienda) en edificios nuevos o en reformas de edificios existentes.
Esto implica una mayor exigencia en eficiencia energética para los sistemas de iluminación, situando a la tecnología LED inteligente como la mejor alternativa.
Con esta tecnología se pueden lograr ahorros en el consumo energético del 15% en cada edificio, o incluso mayor, y entre un 20-30% de reducción de las emisiones de carbono en todo el parque de edificios de Europa.
Muestra de ello son los resultados obtenidos en el centro logístico de Schneider Electric, en Sant Boi, donde Genia Energy Solutions llevó a cabo un proyecto de instalación de luminarias LED inteligentes y el software de control de iluminación inteligente de Digital Lumens.
La empresa requería de una solución lumínica de gran calidad, que permitiera el ahorro energético, mejorará la calidad lumínica y supusiera un menor mantenimiento que su sistema anterior.
La nueva instalación lumínica abarcaría las dos naves de las que consta el centro logístico y que suman una superficie de 50.000 m2.
El ahorro energético anual alcanzado con esta nueva instalación lumínica está estimado en un 85% y se prevé reducir la emisión de CO2 cada año, como mínimo en unas 360TM, el equivalente a retirar de la circulación 124 automóviles durante un año.
Un ejemplo de la importancia de los sistemas de iluminación LED inteligente como tecnología que implementar en la rehabilitación o nueva construcción de edificios cero neto.