La iluminación mediante “diodos emisores de luz” (LED, del inglés, light emitting diode) es una tecnología que ofrece una serie de beneficios y ventajas. Estos no deben pasar desapercibidos a la hora de considerar un cambio en el sistema de iluminación de una empresa.
La inversión en un sistema de iluminación LED se rentabilizará en poco tiempo gracias al ahorro en consumo que se consigue, derivado de sus ventajas. Veamos cuales son las más destacadas:
- Reducen el consumo energético: una lámpara LED consume un 50-55% menos que la iluminación tradicional, lo que se traduce en un evidente ahorro económico.
- Larga vida útil: el número de horas de funcionamiento de una lámpara LED llega a ser de unas 120.000h frente a las 20.000h de las lámparas tradicionales. Esta ventaja permite ahorros en recambios y mantenimientos.
- Disminuyen la contaminación lumínica: la luz que emiten los dispositivos LED no se difumina en todas direcciones, gracias a su direccionalidad. Esto hace que su exposición al cielo sea mucho menor.
- Resultan menos contaminantes: las lámparas LED no funcionan con sustancias contaminantes, como son el mercurio o el tungsteno. Esto las convierte en una tecnología más segura y menos contaminante. Tampoco emiten radiación infrarroja ni ultravioleta y emiten menos CO2.
- Tienen una mayor resistencia: frente a los cambios térmicos, la humedad, las vibraciones, los golpes accidentales e incluso las oscilaciones en el flujo de electricidad.
- El encendido es instantáneo: una vez se le da al interruptor, no hay retrasos en el encendido, no provoca parpadeos y dan la máxima potencia de forma inmediata.
- Hay variedad de diseños y colores: lo que permite escoger una iluminación acorde con las necesidades.
Todas estas ventajas y beneficios, a su vez, permiten que los sistemas de iluminación LED sean los candidatos perfectos para adaptar la iluminación de una empresa acorde con la normativa vigente y garantizado el confort lumínico y la calidad en los puestos de trabajo.
Ventajas ecológicas y económicas de la iluminación LED
Si nos paramos a describir en más detalle las ventajas ecológicas que presentan las luminarias LED, nos daremos cuenta que no solo conllevan un beneficio ambiental, sino que aportan también una serie de ventajas económicas derivadas.
Así, una mejor eficiencia energética, por ejemplo, supondrá una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), al tiempo que un ahorro en gastos de consumo.
Las luminarias LED no solo son un 50-55% más eficientes que las tradicionales, sino que también convierten en luz el 80% de la energía y solo pierden el 20% en calor (al contrario que las tradicionales). Del mismo modo, requieren menos consumo en potencia por lo que se reduce la demanda de las centrales eléctricas. Es decir, menos emisiones de GEI y menor gasto.
Las luminarias tradicionales (halógenos o fluorescentes) tienen componentes tóxicos como el mercurio que implican que su eliminación deba hacerse a través de un gestor de residuos. Un cambio a luminarias LED evita las implicaciones de coste y tiempo necesarias para una correcta eliminación de estos compuestos tóxicos que resultan perjudiciales para el medioambiente.
Además, las luminarias LED tienen una mayor calidad a la hora de distribuir y dirigir la luz, gracias a la amplia gama de ángulos de apertura que ofrecen los diferentes modelos, lo que se traduce en un menor número de bombillas necesarias para iluminar un mismo espacio. Y al ser su vida útil más larga, la necesidad de ser reemplazadas es menor.
Requerir un número menor de luminarias y que duren más tiempo, supone un ahorro energético y en mantenimiento, al tiempo que se contribuye a reducir las emisiones de carbono.
Toda una serie de ventajas ecológicas y económicas que ponen el foco de atención en este tipo de luminarias como la mejor alternativa para el sistema de iluminación de una empresa.
El camino hacia una iluminación sostenible
El uso de la tecnología LED debe ir acompañada del fomento de una nueva cultura de la luz, enfocada en la eficiencia energética y el buen uso. Algo que resulta fácil cuando los sistemas LED se combinan con sistemas de control para la regulación del flujo luminoso y sistemas ópticos adecuados para cada aplicación.
No obstante, a la hora de plantear un sistema de iluminación hay tres aspectos que valorar desde el punto de vista de la sostenibilidad:
- La protección del cielo nocturno y el resplandor luminoso.
- La salud humana en lo referido a la iluminación en número de horas nocturnas y la interacción del ciclo circadiano.
- Los efectos de la luz en los ecosistemas nocturnos.
La iluminación LED puede tener en cuenta estos aspectos si se siguen una serie de puntos de buenas prácticas a la hora de plantear una instalación:
- Iluminar lo que realmente se necesita.
- Iluminar en los intervalos temporales en los que es necesario.
- Evitar la emisión de flujo luminoso por encima del horizontal.
- Evitar la intrusión lumínica (emisión de flujo luminoso hacia áreas diferentes de las necesarias).
- Emplear niveles de iluminación ajustados a las necesidades del uso, con posible regulación temporal de la intensidad.
- Emplear luz con las características espectrales adecuadas para el uso previsto, limitando en lo posible la luz de longitud de onda corta (azules).
Para ello, como paso previo, se debe realizar un estudio lumínico que permita recopilar todos los datos necesarios y poder estudiar la mejor solución y la que mejor se adapte a las necesidades de cada espacio.
Versatilidad de los diseños en las luminarias LED
Con la realización del estudio lumínico se puede establecer el número de luminarias necesarias, así como el tipo más adecuado para cada espacio, a fin de favorecer la productividad, la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad en una instalación.
En este sentido, Digital Lumens dispone de una gama de familias de luminarias LED inteligentes que permiten ajustarse a las diferentes necesidades que se puedan dar en una instalación.
Sus diseños ofrecen variedad de ópticas, temperaturas de color y niveles de iluminación, así como fiabilidad y rendimiento.
Un ejemplo de sus diseños son la familia de las luminarias LED inteligentes CLE, que resultan una alternativa rentable y de bajo consumo de energía frente a las luminarias LED, fluorescentes y HID no controladas. Con una eficacia de 160 lúmenes por vatio, presentan un gran rendimiento y fiabilidad en una amplia gama de aplicaciones industriales y comerciales.
O también están los dispositivos LED inteligentes de gran altura RLE, que permiten controles de iluminación avanzados para ahorros de energía masivos, así como instrucciones para el IIoT y nuevas aplicaciones del IOT industrial, entre otras características. Un diseño que ofrece flexibilidad y resistencia en su uso industrial, soportando incluso bajas temperaturas (-40ºC).
Estos son tan solo dos ejemplos de la versatilidad que presentan las luminarias de Digital Lumens. Desde Genia Energy Solutions podemos ofrecerte estos y otros modelos como solución para que tú también obtengas los beneficios que aporta la iluminación LED a tu empresa.